Nuestra literatura
puertorriqueña refleja, a través de los años y hasta el presente, el gran
impacto causado por la colonización de España y Estados Unidos a la Isla. En nuestra narrativa, es visible tal impacto
por las consecuencias políticas, culturales y sociales que han hecho notable la
evolución de la identidad puertorriqueña en esta. No es hasta el siglo XIX, que
encontramos las primeras expresiones en nuestra literatura puertorriqueña sobre
nuestra identidad de lucha sobre los derechos.
Y del amor por la patria y en defensa de nuestra ideología nacional y
sobre todo en defensa sobre nuestros derechos como seres humanos
puertorriqueños, se da rienda suelta a la unión de grupos de escritores puertorriqueños que
manifiesten dichos sentimientos a través de las letras. Como consecuencia de acontecimientos
históricos determinantes, tales como eventos como la dominación por los
españoles; el evento de 1898, la Invasión
de los Estados Unidos a la Isla y el evento de La gran depresión económica a partir del 1928, el cual dio lugar a
que los jíbaros y trabajadores puertorriqueños comenzaran a experimentar el
cambio de la vida del campo a las costas y ciudades, hasta la emigración hacia
Estados Unidos años más tarde, señalan en la historia y sobre todo en la literatura
temas como lo son el pesimismo y la frustración y comienza el resurgir de un, como
varios escritores definen, “patriotismo simbólico” y la lucha por la justicia e
igualdad de derechos.
A
partir del 1930, la literatura retoma sus raíces y comienza un resurgir de temas
como la añoranza de los valores nacionales y culturales del pasado, identidad
nacional y el significado de ser puertorriqueño, la lucha contra el
colonialismo y la emigración hacia los Estados Unidos, entre otros. Esta nueva literatura reflejaría los cambios
políticos, sociales y económicos vividos en Puerto Rico y “donde se puede
empezar a hablar de la existencia de los primeros intelectuales
puertorriqueños.” “La narrativa participa de ese afán por recuperación del alma
colectiva puertorriqueña, situándola dentro de la esencia universal de toda la
humanidad, es decir, procura encontrar su lugar en el mundo desde la propia esencia del ser
criollo, desde la propia realidad insular, y más concretamente desde la vida en
el ámbito rural.” (Gacía, H. A., Literatura de Puerto Rico II).
Referencias:
Cancel, M. (2008). La narrativa de la
generación del 30. Recuperado de
García, H.A. (s.f.). Literatura de
Puerto Rico II. Recuperado de
Rivera de
Álvarez, J. (1983). Literatura puertorriqueña: su proceso en el tiempo.
España: Ediciones
Partenón.
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